Mientras paseo los sauces se callan para mirarme. Sus lágrimas continúan su camino entre ramas y hojas cual diamantes en los que observo mi reflejo.
Veo una cara serena y contenta, los ojos de azabache brillan tanto como su sonrisa y me extraña saber que soy yo.
Recorro las mismas calles por las que antaño paseábamos y pienso que aparecerás en cualquier instante, será que ya no soy quien llena tus pensamientos, pero aun así, no dejo de pensar hasta donde podríamos haber llegado si las circunstancias hubiesen sido otras.
Creo que tengo doble personalidad: en una soy una mujer feliz, realizada en el ámbito profesional y muy querida.
Por otra parte, soy un alma oscura que guarda secretos, que oculta sus sombras para no manchar u oscurecer la felicidad de otros.
Pero en mi más recóndito ser hay un lugar donde estás tú, con tus besos, con tu dedicación , los abrazos cálidos y protectores cuando yo era tu bien, y nada más existía cuando estábamos juntos.
Ahora eres uno más; formas parte de mis hermosos secretos.