“Contamos con tu participación...”
Así comenzaba posiblemente, el mensaje que nuestra protagonista
abrió en su correo electrónico esa tarde de domingo.
Iba a participar por vez primera en una
velada de las organizadas por Noches Poéticas, en la última de la
temporada recitando uno de sus poemas.
Primero una sonrisa, luego el acelerón
súbito del ritmo cardíaco y el consiguiente subidón de adrenalina
para, al de unos minutos, bajar de nuevo a la tierra y empezar a darse
cuenta de lo que aquella noticia suponía para ella y para su pasión
por la literatura y la poesía en particular.
Tal vez, y digo sólo tal vez
pues todo es un suponer conociéndola, que en aquel mensaje escueto, ella viese una postdata implícita, un “Deseo concedido” por tantos años dedicados con pasión y trabajo, a lo que a ella le gusta.
Empezó a planificar aquella noche
desde el mismo día siguiente, escogiendo tres poemas de los cuales,
saldría el elegido para su debut.
A todas partes llevaba sus tres poemas,
lectura, relectura... –este tono más alto, aquí más pausa.
Al final acabó decidiéndose por
“ Quiero gritar y no puedo ”, un poema que rasga porque muestra impotencia ante un querer y no poder y al escucharlo en voz de su autora revela una fuerza que vas descubriendo poco a poco durante la lectura. A pesar de lo que dice el poema, al final la fuerza y la certeza por lo lograr lo que quiere se manifiesta.
Por fin llegó el día.
Tenia un brillo especial esa tarde, desde el pelo, los ojos hasta los labios, ¿acaso era un halo? Se le veía feliz y nerviosa, pero expectante, como una niña esperando una golosina.
Intentaba dominar sus nervios y la
sequedad de su garganta, a sorbitos de un gin tonic, o sino sacando
fotos de todo cuanto ocurría en la velada.
Se acercaba la hora. Miraba y remiraba
la hoja. Con los nervios normales del momento pero estaba segura.
Y entonces sí.
La presentaron...Con ustedes Lumy Quint
"Quiero gritar y no puedo"
Mikel Beltran